ROMERÍA DE VALME

La Virgen en su carreta hacia la Ermita de Cuarto en Bellavista

ROMERÍA DE VALME

Cortejo de carretas acompañando a la Protectora de Dos Hermanas

ROMERÍA DE VALME

Estampa de la Romería de Valme de 1959

ROMERÍA DE VALME

Francisco Jiménez ultima con nardos la Carreta de la Virgen

ROMERÍA DE VALME

Francisco J. Sánchez exornando su carreta

martes, 6 de diciembre de 2011

Calles nazarenas con nombre propio (y 3): Origen de Dos Hermanas




El callejero de Dos Hermanas también reserva un espacio para aquellos protagonistas de tiempos de la Reconquista, personajes que aparecieron en un halo misterioso entre lo histórico y lo legendario. En nuestro caso, queremos rescatar la figura de Gonzalo Nazareno quien figura en el callejero desde 1931. Su noble apellido, como habrás reconocido, explica el gentilicio del municipio sevillano. Según la tradición, fue el fundador de Dos Hermanas. Tras el Repartimiento del antiguo reino de Sevilla por el Rey San Fernando, allá por el siglo XIII, Gonzalo Nazareno fue adalid de su ejército y encargado de proteger las tierras donde hoy se asienta la ciudad. Sus dos hermanas, y las nuestras por qué no, Elvira y Estefanía, oriundas de la villa vallisolitana Villavicencio de los Caballeros, vendrían aquí descubriendo la imagen de Santa Ana oculta en un cueva donde se erigió posteriormente la Iglesia Conventual de la Santa Patrona de Dos Hermanas. Gonzalo, Elvira y Estefanía, origen y orgullo de nuestra ciudad.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Anécdotas entre sabores sevillanos

Si tuviera que elegir un sabor de Andalucía, como he preguntado a muchos de mis amigos del feisbú y tuenti, elegiría el del pescaíto frito de Blanco Cerrillo, en Calle José de Velilla. Los boquerones en adobo no ignoran ningún bulbo olfatorio de cualquier paseante. Otro para nada desdeñable sería, al llegar hasta la Avenida de la Constitución, el del Horno San Buenaventura. Aromas que invitan al bocado dulce. Manjar de dioses. Y sin dejar el lado divino e inmaterial, no olvidaría las esencias del "tío del incienso" de la calle Tetuán en esa ruta de olores imposibles. Apetito espiritual. Y es que en pocos metros recorridos, uno casi conoce el perfume de la Sevilla eterna. Uno identifica que siente los sevillanos cuando olfatea el paisaje en determinadas fechas. Si llueve en otoño pues a tierra mojada, los guasones típicos salen a relucir con "¡Agua pá los calvos!". Si clarea el día en primavera pues a azahar, los cofrades abren su corazón al cielo. Si cae la tarde en abril pues a albero azotalado en el Real de la Feria y en la Maestranza, tarde limpia para fiesta y triunfos taurinos.  


Dejemos el hocico y el paladar paralizados de momento para conocer cuál fue en su momento uno de los aromas de Sevilla: el del café. Me refiero a los que provenían del Gran Britz por los años 40-50, como local de la cadena Catunambú, situado en la esquina de Tetuán con Rioja, donde hoy se encuentra una conocida franquicia de moda. El aroma del café era tentador junto a otros no menos codiciados. Recordemos que por esa época Catunambú no sólo era una serie de cafés sino también de restaurantes y bares que vendían tapas y platos combinados. El Gran Britz se convirtió en un gran reclamo gastronómico, sobre todo, por las famosas pavías -no quiero ni imaginar su olor- que la gente tomaba con vermú después de la misa de doce en el Santo Ángel, muy cerquita de allí. A ello habría que decir que el Gran Britz, además, fue un punto importante de encuentro de tertulias cofrades y aficionados al fútbol con lo que las anécdotas estarían aseguradas. Una muy curiosa, y desconocida para muchos, surgió en dicho cafetín. Vayamos por partes.


Gran Britz, en la esquina de Tetuán con Rioja. Años 40-50
Por aquel entonces, era dueño de la cadena Catunambú el utrerano Juan Vega Torralba nada futbolero pero que tenía de encargados del Britz a dos béticos. Pues bien en ese aire innovador de refinamiento que se imponía con las nuevas cafeterías Catunambú, se decidió que los camareros fueran uniformados con galones en los hombros; verdes para los primeros y rojos para los segundos, los ayudantes. La pasión bética por los colores verdiblancos era obvia. Juan desconocía la pasión futbolística que se escondía tras esos coloridos motivos. La vestimenta no dejaba a nadie indiferente. Incluso a los dos Ramones insignes en la historia del Sevilla C.F., uno apellidado Sánchez-Pizjuán y el otro Encinas, se sorprendían al verlos de esa guisa entre sorbos en el café de postín. Pues bien, en una de esas tarde de animadas charlas sobrevino la sorpresa de Vega, ignorante del mundo del balón, cuando los dos ilustrados sevillistas se marcharon con mala leche -tal vez, del café-, y a regañadientes, por la preferencia del verde en el atuendo de los camareros principales "¡Béticos tenían que ser!", dirían. Juan Vega pronto pasó del asombro a la indignación cuando exclamó: "¡Ahora los cambio todos y los pongo morados como al Señor del Gran Poder!". Así es Sevilla. Hay olores como a café, a incienso y ¡a balón, si hace falta! que la envuelven en un ambiente peculiar propio para visitantes y curiosos de su historia. Por cierto, ¿cuál es tu sabor y olor preferido de Sevilla?

lunes, 24 de octubre de 2011

Siempre Valme

 A Manuel Luque, destinatario de mi podcast


Un año más, la Virgen de Valme ha salido al encuentro de los nazarenos en esa cita obligada, de fervor y de sentimientos encontrados, en el tercer domingo de octubre. La mejor crónica, que recogería lo sucedido en tan festiva jornada, pienso que es aquella que cada uno la hace presente, como una de las más bellas vivencias. Son muchos los capítulos que, posiblemente, puedan ocupar las páginas de nuestra memoria.

Cartel de la Romería de Jesús Aranyo
Este año, con motivo de hacer este artículo y un podcast sobre la Romería, he conocido más de cerca las historias de muchas personas, desconocidas para muchas otras, que sienten y viven de una forma muy especial "su Romería". Son varios los testimonios recogidos. Todos de gran calidad, sobre todo, por la carga emocional que conlleva la experiencia de estar cerca de la Virgen. Y todos, he de reconocerlo, me han conmocionado intensamente. Demasiadas estampas indescriptibles que he recopilado: cómo las súplicas de los fieles se convierten en dulces lisonjas, cómo los enfermos se acercan para conocer el consuelo, cómo los niños ofrecen su candidez a la Virgen entre delicadas flores, cómo los carreteros exornan con entusiasmo sus carretas, cómo un Coro prepara los más hermosos cantos a María, cómo se mantiene unida una Hermandad bajo un amor fraterno y compartido, cómo, en definitiva, el pueblo de Dos Hermanas adora a su Madre Protectora. Dos Hermanas está enomarada de su Virgen de Valme. Un amor que pronto tendrá su encuentro en la Salida Extraordinaria del próximo 23 de junio, con motivo del 39º Aniversario de su Coronación. Gracias Dos Hermanas, por hacerme partícipe de esta historia. Llenaré las páginas de mi memoria.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Sevilla en Cuaresma

Creo que esta va a ser, quizá, la entrada más breve en palabras. Pienso que el vídeo lo dice todo. Dedicado a todos los cofrades.

martes, 8 de febrero de 2011

Luis de Vargas... y los artistas sevillanos desconocidos (1)

El olvido pasa por ser la más dura condena para un artista. Aunque, la verdad, siempre queda la salvación del recuerdo. Por eso, a partir de este post, comenzaremos a repasar la vida de ciertos artistas que, de manera injustificada, han sido desgajados de la vida cultural de Sevilla.

Nuestro primer artista rescatado es Luis de Vargas, pintor natural de Sevilla del siglo XVI (nacido hacia 1505), cuya obra es para muchos desconocida. Fue un gran fresquista y entre sus óleos se constata la influencia de los venerados Rafael Sanzio y Miguel Ángel. De hecho, completó su formación en Italia dentro del círculo de seguidores de Rafael, entre los que destacó Pierino del Vaga. De las obras conocidas del artista, la mayoría se encuentran en Sevilla, concretamente, en la Santa Iglesia Catedral. Sobresalen el Retablo del Nacimiento, la Adoración de los Pastores, la Alegoría de la Inmaculada Concepción, también conocido como la Generación temporal de Cristo o con el nombre anecdótico de La gamba o "pierna" en italiano. La razón no es otra que el pintor italiano Mateo Pérez de Alesio, el autor del grandísimo San Cristóbal de la Catedral, que está junto al Monumento funerario de Cristóbal Colón, dijo al contemplar la pierna de Adán de dicha obra: "piu vale la tua gamba che tutto il mio San Cristoforo", es decir, "vale más la pierna que todo mi San Cristóbal".

La Purificación (hacia 1560)
En la Iglesia de Santa María la Blanca, nos dejó una impresionante Piedad flanqueada por San Juan Bautista y San Francisco. En el Museo de Bellas Artes, podemos contemplar La Purificación (hacia 1560) y El prendimiento de Cristo (hacia 1562). También fue suya, como constata el tratadista Antonio Palomino, una Virgen del Rosario pintada en un óvalo y que estaba colgado en un pilar del desaparecido Convento de San Pablo, de la orden de los dominicos. Fuera de la capital andaluza, Luis de Vargas está presente en una de las pinacotecas más importantes de Estados Unidos como el Museo de Filadelfia con Los preparativos de la Crucifixión. Tal vez, la obra, que se expone en este museo, no reúna las dotes pictóricas más elevadas del artista de la que intuimos un trabajo precipitado y torpe. Dentro de la colección Rodríguez Acosta, en Granada, sobresale El juicio final donde se percibe la presencia del genial Miguel Ángel.



Las rarezas del artista

El prendimiento de Cristo (hacia 1562)
Según nos narra el tratadista Antonio Palomino (1655-1726), Luis de Vargas tuvo una vida ejemplar pero llena de "raras virtudes". Solía confesar y comulgar con gran frecuencia y para salvar sus pecados, tenía por costumbre tenderse en un ataúd para contemplar la muerte y ajustar su pecaminosa vida. Debido a sus graves flaquezas, según Palomino, se le atribuye el milagro de aparecer en su muerte "asperísimos cilicios y disciplinas". Un pintor extravagante y pecador, sí pero a la vez perfeccionista y de gran delicadeza, digno de ser recordado por y para Sevilla.

Enlace podcast

Fuentes bibliográficas:
Palomino, Antonio: Museo pictórico y escala óptica (vol III), Madrid, Aguilar, 1988.