A Manuel Luque, destinatario de mi podcast
Un año más, la Virgen de Valme ha salido al encuentro de los nazarenos en esa cita obligada, de fervor y de sentimientos encontrados, en el tercer domingo de octubre. La mejor crónica, que recogería lo sucedido en tan festiva jornada, pienso que es aquella que cada uno la hace presente, como una de las más bellas vivencias. Son muchos los capítulos que, posiblemente, puedan ocupar las páginas de nuestra memoria.
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Cartel de la Romería de Jesús Aranyo |
Este año, con motivo de hacer este artículo y un
podcast sobre la Romería, he conocido más de cerca las historias de muchas personas, desconocidas para muchas otras, que sienten y viven de una forma muy especial "su Romería". Son varios los testimonios recogidos. Todos de gran calidad, sobre todo, por la carga emocional que conlleva la experiencia de estar cerca de la Virgen. Y todos, he de reconocerlo, me han conmocionado intensamente. Demasiadas estampas indescriptibles que he recopilado: cómo las súplicas de los fieles se convierten en dulces lisonjas, cómo los enfermos se acercan para conocer el consuelo, cómo los niños ofrecen su candidez a la Virgen entre delicadas flores, cómo los carreteros exornan con entusiasmo sus carretas, cómo un Coro prepara los más hermosos cantos a María, cómo se mantiene unida una Hermandad bajo un amor fraterno y compartido, cómo, en definitiva, el pueblo de Dos Hermanas adora a su Madre Protectora. Dos Hermanas está enomarada de su Virgen de Valme. Un amor que pronto tendrá su encuentro en la Salida Extraordinaria del próximo 23 de junio, con motivo del 39º Aniversario de su Coronación. Gracias Dos Hermanas, por hacerme partícipe de esta historia. Llenaré las páginas de mi memoria.